jueves, 6 de noviembre de 2008

Nutrición-Desnutrición

El 16 de Octubre se celebró el Día Mundial de la Alimentación. En un momento en que todos parecemos tener sólo ojos y oídos para la crisis financiera, la prensa ha sido capaz de encontrar un resquicio entre sus titulares para traernos la cruda realidad de más de 900 millones de personas que pasan hambre. Es más, en países como Perú, uno de cada cuatro niños de entre 1 y 5 años sufre desnutrición crónica.
Pero a primera vista, no parece lógico que países como la India, Ecuador o Perú sufran problemas de desnutrición cuando son de los mayores productores y exportadores mundiales de algunos alimentos (arroz, plátano y espárragos, respectivamente). Y es que saciar el hambre no implica necesariamente librarse de la desnutrición.
Se define nutrición al proceso mediante el cual el organismo incorpora, transforma y utiliza diversas sustancias (nutrientes) necesarias para el buen funcionamiento del cuerpo. Los alimentos contienen además de los nutrientes, otras sustancias sin valor nutritivo, que pueden condicionar el aspecto físico, textura, olor y gusto del alimento.
Los nutrientes son, entonces, compuestos químicos que participan activamente en las reacciones metabólicas para mantener las funciones del organismo. Todos ellos contribuyen al funcionamiento celular. Hay seis grandes clases de nutrientes: proteínas, carbohidratos, lípidos o grasas, minerales (en los que se incluye el agua), y vitaminas. Las grasas y los carbohidratos son nuestras mayores fuentes de energía. En tiempos de ayuno o hambruna, el cuerpo es también capaz de generar energía a partir de las proteínas. Las membranas que envuelven todas las células de nuestro cuerpo están hechas principalmente de moléculas de lípidos, aunque también están presentes moléculas de proteínas y carbohidratos. Todos los catalizadores celulares (enzimas) son en esencia proteínas, pero muchas de ellas no pueden funcionar sin la presencia de moléculas relativamente pequeñas de vitaminas.
Debido a que no existe un único alimento que contenga todos los nutrientes necesarios, o de tenerlos no están presentes en cantidades suficientes, es indispensable ingerir periódicamente una amplia variedad de alimentos.
Un informe sobre desnutrición materno infantil (2008) realizado por la revista médica The Lancet, alerta sobre la importancia de una nutrición adecuada los dos primeros años de vida. Las consecuencias de la desnutrición infantil, principalmente por deficiencia de hierro y micronutrientes como vitamina C, zinc y calcio, se traducen en menor peso y talla, así como en daños irreversibles en el desarrollo físico, intelectual y emocional.
Las políticas económicas de los años 80 fomentaron la rentabilidad económica de los alimentos, de tal forma que los países en desarrollo "abandonaron los cultivos orientados a la alimentación de la población y se centraron en la producción destinada a la exportación". Para que países como la India, Ecuador o Perú erradiquen el hambre y la desnutrición, es necesario tomar una amplia batería de medidas (e. g. mayor acceso a la asistencia médica, eliminar las barreras del comercio, evitar la especulación con los alimentos, etc.), pero hay una que es indispensable, "el regreso a las políticas agrarias diseñadas en función de las necesidades de la población".
Y para terminar, quisiera incluir una frase dicha por un responsable del Programa Mundial de Alimentos: "si los gobiernos tienen recursos para rescatar sus bancos, seguro que también deben tenerlos para dar de comer a los hambrientos".

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